miércoles, 18 de mayo de 2011

Confundida...

Al día siguiente por la mañana, Ester despertó como de costumbre, se pasó la mano por los ojos y recordó lo que había pasado la noche anterior, sonrió y se dio vuelta para encontrarse con Gabriel, pero se encontró con la sorpresa de que el no estaba ahí, ella estaba sola en la cama, se levantó, se puso una bata y salió de la pieza, se dirigió al baño y cuando entró encontró a Gabriel lavándose la cara. El la miró y le sonrió, ella se acercó al lavamanos, se puso al lado de Gabriel. Mojó sus majos y se las llevó a la cara, hizo lo mismo nuevamente y Gabriel la tomó por la cintura y le dijo:


G- Gracias por lo de anoche.


La soltó y salió del baño.


Cuando Ester entró a su pieza para vestirse, sintió una puerta abajo y supuso que Gabriel se había ido. No estaba segura de que sentía en esos momentos, pero sus ojos reflejaban un aire de arrepentimiento y a la vez de felicidad.
Como era sábado se suponía que saldría con Martín, pero el la llamó temprano para avisarle que no podría porque estaba muy enfermo. Entonces se quedó todo el día en su casa y no salió para ningún lado. Gabriel  no la llamo, ni la fue a ver en todo el día. Al caer la noche Ester se acostó y comenzó q ver televisión. Se quedó dormida con el televisor encendido y soñó cosas que le parecieron muy raras.
“Ella estaba en casa de Gabriel cuando su celular comenzó a sonar, ella contestó y se da cuenta de que es Martín quien la llamaba, habla con él varios minutos hasta que Gabriel entró en la habitación donde se encontraba ella e inmediatamente le colgó a Martín, después de eso ella y Gabriel comenzaron a besarse y cuando abrió los ojos se dio cuenta que se encontraba delante de  Martín y no de Gabriel, pero en casa este aún. Miró hacia su lado y ahí estaba Gabriel sentado viendo TV  y al otro lado estaba Martín, quien miraba a Gabriel con cara amistosa. Y mientras Martín miraba el televisor, Ester se besaba con Gabriel.
Cuando se iba a su casa con Martín, el y Gabriel se despidieron con un fuerte apretón de manos y un cariñoso abrazo como si fueran grandes amigos y Martín le pasó un poco de dinero a Gabriel. Ester estaba totalmente confundida y se sentía muy mal, vagaba dentro de ella un sentimiento de culpa y pena, se sentía utilizada, pero no sabía porque. Se fue con Martín y al llegar a su casa él se despidió con un beso completamente desinteresado y sin amor ni pasión, pero se confundió aún más cuando Martín le dijo:


M- Gracias por lo de anoche…!


Despertó sobresaltada y un par de lágrimas caían por sus mejillas, recordó el sueño y no logró volver a dormir. A la mañana siguiente no se levantó, ese día se quedó todo el día acostada. De todos modos el día anterior había hecho los quehaceres y sus padres llegarían al otro día.


Al día siguiente…


Como de costumbre se levantó vio el calendario y se fue al baño, se lavó la cara y los dientes y volvió a la habitación para vestirse. Bajó a la cocina y se hizo el desayuno para luego irse al colegio. Cuando llegó a la esquina se encontró con  Martín, el cual miraba al suelo. Ella fue y le habló, Martín levantó la mirada y Ester lo miró extrañada, ya que nunca había visto en sus ojos, tal sentimiento. Se acercó para besarlo y Martín la esquivó quedando su boca al lado del oído  de Ester y le dijo:


M- Que hacía Gabriel en tu casa la otra noche?


Ester abrió los ojos en modo de sorpresa y lo miró a los ojos… Y calló…
Martín con los ojos llorosos ahora, le dijo:


M- Dime!! Que hacía?!


Ester no sabía que decir y le dijo lo primero que se le vino  a la mente…


E- Hacer un trabajo pendiente…. Para el … Colegio….


El silencio que hubo entre ellos fue largo y el ambiente se ponía algo tenso, Martín mirando aún a los ojos a Ester le dijo:


M- A esa hora? – agachando la cabeza-
E- Es que… Es que…
M- Es que, QUE!?
E-Es que el se iba por el fin de semana y no tendríamos tiempo de terminarlo.
M- Pero porque a esa hora?   Y no más temprano?
E- Eee… Porque salí contigo y llegamos  tarde, no te acuerdas?
M- Claro que me acuerdo, pero…
E- Pero..?
M- No, nada, olvídalo, mejor caminemos al colegio o llegaremos tarde… - comenzando a caminar-


Ester lo siguió y le tomó la mano, Martín hizo un pequeño movimiento para rechazarla, pero se arrepintió al instante y le tomó la mano con mucha fuerza a Ester, dando muestra de su inseguridad. 
Mientras caminaban hacia el colegio se encontraron con Gabriel, Martín lo miró con cara de odio y Gabriel solo lo miró con  aquellos ojos verdes tan provocadores; giró la cabeza y siguió su camino.
Por la mente de Ester pasaban muchas cosas, ya que estaba completamente confundida. Ese día invitó a salir a Martín, el cual aceptó. Fueron a caminar por las calles de la ciudad, uno al lado del otro con las manos fuertemente tomadas y conversando:


E- Que lindo es salir contigo.
M- Me encanta que me digas cosas como esas- mirando fijamente hacia el frente-
E-A mi también me gustan muchas cosas que tu haces con y por mi.
M- A si? Como qué?
 E- Como por ejemplo… Esa noche que me llevaste al lago.
M- Que bella fue esa noche y el gran momento que pasamos juntos.
E- Si, realmente me gustó
M- Te quiero…
E- -… Silencio…-


Siguieron caminando y mientras mas avanzaban, mas se fueron soltando de las manos quedando en total silencio y cada uno al lado del otro sin siquiera hablarse. Cada uno miraba algo distinto y así fue hasta bien entrada la noche.  Finalmente llegaron a un lugar el cual les parecía conocido, pero se dieron cuenta que nunca habían estado ahí. Cuando quisieron volver se percataron de que estaban perdidos. Aquel lugar no se parecía en nada al lugar donde vivían. Habían árboles a ambos lados de la calle y unos focos malos, les dio miedo y se juntaron más. Se volvieron a tomar las manos y comenzaron a caminar nuevamente en dirección opuesta a la que habían llegado, pero llegaron  a una esquina y no supieron a donde doblar. Ya estaba muy oscuro y la mayoría de los focos estaban apagados. Cada vez mas asustados siguieron hacia la derecha sin saber a donde iban en realidad, solo querían salir de aquel horrible lugar. Llegaron a una especie de parque, pero no quisieron entrarse en el, ya que tenían que salir de ahí lo antes posible, porque al otro día tenían que ir al colegio.


Esa noche fue muy incómoda para ambos, ya que era la primera vez que estaban solos a esas horas de la noche y perdidos. 
Cuando ya hubo pasado lo peor, aguardaron hasta que amaneciera y en la mañana se fueron, comenzaron a mirar los letreros de las calles y no conocían ninguna, tuvieron que preguntar hasta que llegaron  a donde vivían. Ya era tarde para irse al colegio, así que se fueron a la casa de Martín.


Cuando llegaron Martín le dijo a  Ester:


M-Amor me iré a bañar, espérame.
E- Y no necesitas ayuda? – sarcástica-
M- Jajaja, si tu quieres… - sarcástico-
E-mmm… no se, lo pensare.
M- como quieras…


Martín subió y abrió el grifo  de la ducha, Ester mientras tanto se dirigió a la cocina a buscar algo para comer y se preparó un sándwich con un vaso de jugo, se fue nuevamente al comedor a ver televisión. Cuando hubo terminado de comer, subió, abrió la puerta del baño y como Martín estaba en la ducha, no e dio cuenta, entonces, ella le sacó la toalla y cerró la puerta nuevamente. Estando fuera dijo:


E- No se como saldrás del baño, pero no pienso salir de aquí; para verte y reírme.


Martín en la ducha aún abrió los ojos en modo de sorpresa e inmediatamente abrió la cortina, miró a su alrededor y se dio cuenta que la toalla no estaba, se rió y le dijo a Ester:


M- Crees que eso me detendrá a salir? Estoy en mi casa.
E-Pero…
M-No sabes que decir?... Saldré.
E-Esta bien..


Martín abrió la puerta y cuando Ester lo vio y estalló en una carcajada, Martín llevaba el pantalón amarrado a la cintura, lo cual lo hacía verse realmente gracioso, Ester se rió por un buen rato y Martín también comenzó a reír, cuando pararon de reírse Martín se acercó  a ella, la besó y le dijo:


M- Me iré a vestir, me quieres vestir tu? –sarcástico, riendo-
E- Aprende solito, ya estás bastante grande, jajaja.
M- Está bien, te amo.


Martín se acercó a Ester y la volvió a besar. Se fue a su pieza y Ester bajó nuevamente, prendió el televisor, y esperó a que Martín bajara. 
Después de 15  minutos de haber esperado sintió unos pasos en la escalera, se dio vuelta y ella lo quedó mirando sin poder despegar la vista de él. Se veía muy guapo, con unos pantalones negros, una polera celeste y un polerón con cierre, abierto… Su pelo negro mojado, que le caía sobre los ojos de tan largo que lo tenía, brillaba. Su piel se veía más blanca y limpia… Como recién bañado… Cuando Ester pensó eso, se rió para si misma, ya que era un comentario bastante obvio.


Martín se acercó a ella y le dijo:


M-Vamos a tu casa, estoy listo.
E- Bueno.


Se fueron a casa de Ester y cuando llegaron ella le dijo a Martín:


E- Ahora me iré a bañar yo, no me hagas lo mismo, por favor. Ya nos reímos mucho por lo tuyo, jajaja, por favor..
M-No se, lo pensaré.
E-Pero no me bañaré segura…-haciendo puchero-
M-No se, lo pensare…
E- Que eres malo conmigo… 


Ester subió y entró al baño, pero cuando se iba a sacar la ropa lo pensó dos veces y salió del baño, fue a la pieza y sacó un bikini. volvió al baño y dió el agua de la ducha, se desnudó, se puso el bikini y entró ala tina.
Martín pensó en subir, para hacerle lo mismo a Ester, pero finalmente no quiso. Cuando terminó de bañarse, Ester se fue a su pieza y se vistió, luego de un rato bajó. Martín, sentado en el sillón, volteó la cabeza y lo que vió  lo dejó boquiabierto, ya que hace mucho tiempo que no veía a Ester tan bella como ese día, vistiendo unos jeans grises, una polera morada y un chaleco abierto. 


Cuando llegó abajo, Martín se levantó del sillón y fue hacia ella, la abrazó y la besó apasionadamente. Salieron a caminar y pasaron al colegio a justificar su ausencia, cuando terminaron todo se fueron a una plaza, allí conversaron de algunas cosas:


E- Martín..
M-Que pasa?
E-Tengo que contarte algo acerca de Gabriel y yo....
M- - Silencio...-


Cap 13... Un regalo deshecho...

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